Junto con la RAM 1500 de FCA, la F-150 es de las pocas pickups full-size que se ofrecen en nuestro mercado. ¿Cuanto más grande, mejor? Descubrí sus características y las principales diferencias entre las variantes Lariat y Raptor.
La F-150 es la pickup 4×4 full-size de Ford, la más grande entre las “chatas” que se comercializan en Argentina, junto con la Ram 1500 de FCA. Se ubica por encima de la Ford Ranger no solo en tamaño sino también en su oferta mecánica. Se trata de un verdadero “monstruo”, no apto para conductores de corazón blando.
Fue lanzada en Argentina a principios de 2020 y cuenta con dos variantes catalogadas como modelos distintos, sobre todo en cuanto a la mecánica: Lariat y Raptor. A grandes rasgos, la Lariat es un poco más civilizada y lujosa, orientada al offroad duro pero no tan exigible deportivamente hablando. La Raptor tiene una configuración mecánica casi específica para hacer Rally.
La F-150 Lariat está equipada con un motor más grande: un Coyote V8 naftero atmosférico. Se trata de una máquina prácticamente irrompible y sin grandes alardes tecnológicos. Alcanza 400 cv y 524 nm. Por su parte, la F-150 Raptor tiene un motor un poco más chico: un V6 biturbo de 3.6 litros. A pesar de ser más pequeño que el V8, su exclusiva función turbo optimiza las prestaciones, llevando la potencia a 456 cv y el torque a unos titánicos 691 nm. Es un motor más deportivo, no solo por su performance sino también por su menor peso, lo cual contribuye a agilizar el comportamiento dinámico.
La transmisión es la misma en ambos modelos. Se trata de una caja automática de 10 velocidades con modo manual secuencial y limitador para fijar una marcha máxima. En ambos casos, también, la tracción es 4×4 con reductora y bloqueo de diferencial trasero.
Ambos motores consumen un promedio de entre 15 y 16 litros cada 100 km en conducción urbana. En el caso del V8, en ruta, los consumos bajan a 9 y 11 litros cada 100 km a 100 y 130 km/h respectivamente. El V6 biturbo de la Raptor consume un poco más.
Tanto la F-150 Lariat como la Raptor tienen equipamiento de alta gama. Entre ellos, valen la pena mencionar la apertura de puertas y arranque sin llave, climatizador automático bi-zona, control de velocidad crucero, encendido remoto del motor, pedales ajustables con memoria (!), apertura remota del portón de caja de carga, sensor de lluvia y sensores de estacionamiento traseros.
La multimedia consta en ambos casos de una pantalla de 8’’ con sistema Sync3 compatible con Android Auto y Google Car Play. El sonido es Bang&Olufsen premium, con 10 parlantes y subwoofer. Cuenta también con navegador satelital integrado.
En cuanto a la tecnología de seguridad, la F-150 se destaca por el paquete Co-Pilot360 de Ford, con el software que brinda control automático de luces altas (para no encandilar), información de punto ciego, alerta de tráfico cruzado, mantenimiento de carril, asistente pre-colisión con detección de peatones y cámara trasera.
En síntesis, la principal diferencia entre ambas F-150 está en el motor y en algunos detalles externos: la variante Raptor se distingue de su hermana Lariat por su mayor despeje, el mayor tamaño de los neumáticos, una parrilla distintiva con la impactante leyenda “FORD” y un rediseño de los faros y las tomas de aire.