En esta nota, te contamos qué tipos de cajas automáticas existen, revelamos sus fundamentos mecánicos y respondemos a la pregunta del millón: ¿Vale la pena comprarse un auto automático?
Aunque el mercado automotor argentino se tomó su tiempo para adoptarla masivamente, la caja de cambios automática hace rato llegó para quedarse y prácticamente no quedan modelos 0km que no ofrezcan al menos una versión con esta transmisión.
Si bien ya son muchos los conductores que se han acostumbrado a la caja automática y la eligen regularmente, otros tantos todavía no la han experimentado y tendrán, lógicamente, algunas dudas.
El objetivo de este artículo es brindar un panorama general sobre las distintas opciones que ofrece el universo de la transmisión automática, tanto para aquellos que están considerando seriamente comprarse un auto con esta tecnología, como para quienes todavía desconfían o simplemente tienen curiosidad al respecto.
En Karvi Certificados controlamos el funcionamiento de la transmisión y otros 279 puntos en los autos usados que ofrecemos a través de nuestra red de concesionarias. Además, brindamos al comprador una garantía mecánica de 6 meses. Por eso, Karvi Certificados es la manera más segura y confiable de comprar un auto usado. Enterate cómo trabajamos paso a paso para brindarte tranquilidad en tu compra haciendo clic aquí. |
¿Qué es la caja de cambios de un auto? ¿Para qué sirve?
Empecemos por lo básico: la función del sistema de transmisión o caja de cambios de un auto es alternar las relaciones de marcha para un empuje óptimo del motor, según la velocidad a la que se desee circular.
Las revoluciones del cigüeñal del motor se transmiten a las ruedas para hacerlas girar, lógicamente, pero esta relación no es lineal: dado que los motores de combustión funcionan a regímenes de altas revoluciones, se requiere un dispositivo para que las ruedas giren más lentamente que el motor y que estas revoluciones se aprovechen como fuerza de empuje o torque, sobre todo al iniciar la marcha y circular a bajas velocidades.
Dicho dispositivo, que con la mediación de distintos engranajes o “cambios” va variando la relación entre ambos regímenes, es lo que se conoce como transmisión.
Caja de cambio manual vs. automática
La transmisión se clasifica, según su control, en dos grandes grupos: manual y automática.
Las típicas y conocidas cajas manuales obligan al conductor a presionar el pedal de embrague, a seleccionar los cambios con la palanca y, obviamente, a ser consciente de cuándo corresponde hacerlo. Suelen ser de 5 y 6 velocidades o relaciones.
Las cajas automáticas, en contraste, cambian las relaciones de marcha sin la intervención del conductor, que se limita más que nada a acelerar, frenar y guiar el volante. Esta comodidad, que relaja radicalmente la experiencia de manejo, es el principal atractivo, argumento y razón de ser de las cajas manuales. Más versátiles, suelen tener entre 4 y 10 relaciones de marcha.
¿Cómo usar la caja de cambios automática?
Las cajas automáticas simplifican sustancialmente el manejo pero le pueden quitar poder al conductor sobre el motor; esto se traduce en la sensación de que el auto no responde exactamente como deseamos, tanto al subir como al rebajar los cambios, sobre todo en la ruta. Este es el motivo por el que muchos puristas siguen prefiriendo las cajas manuales. De todas formas, conforme avanza la tecnología, esta limitación ya está quedando en el olvido.
Esto se debe, en parte, al “modo manual” que incorporan muchas cajas automáticas, sumando una configuración opcional para intervenir más activamente en el pasaje de cambios. En este sentido funcionan los modos impulsional – que habilita intervenciones manuales ocasionales sin dejar nunca de hacer los cambios automáticos – y secuencial – que habilita solo cambios manuales, muchas veces a través de levas en el volante.
También mejoran la experiencia de control los modos preconfigurados digitalmente para distintos estilos de conducción: en este sentido los dos más comunes son el modo “eco” – que mantiene bajos regímenes de revoluciones para ahorrar combustible – y el modo “sport” – que, por el contrario, maximiza las revoluciones para mayor reacción y agilidad. Es decir, se cambian las relaciones de marcha a aplicar automáticamente según cómo se quiera conducir. En los modelos más sofisticados estos modos no solo afectan a la transmisión sino también a otras áreas mecánicas como la tracción, la dirección, la suspensión y los controles electrónicos.
¿Cuáles son los tipos de cajas automáticas que existen?
A grandes rasgos existen tres tecnologías de caja automática:
- con convertidor de par,
- de doble embrague y
- de variador continuo (CVT).
Si bien las tres comparten el mismo principio automático, difieren sustantivamente en la mecánica utilizada para alternar las relaciones de marcha sin la intervención del conductor.
Las cajas automáticas con convertidor de par son las más comunes, aunque en los últimos años han ganado terreno las automáticas CVT (de variador continuo), de la mano de marcas japonesas como Nissan y Toyota. Las de doble embrague son más raras y suelen estar reservadas a unos pocos modelos de alta gama. El funcionamiento de cada una, así como sus ventajas y desventajas, serán desarrolladas en próximos artículos.
Las cajas automáticas suelen ser más sofisticadas tecnológicamente que las cajas manuales y, por ende, más costosas. Este costo se traslada al precio final del auto, aunque conforme avanza su estandarización, este impacto es cada vez más irrelevante. También, pueden resultar más caras y complicadas de reparar, aunque el mantenimiento es relativamente sencillo y, bien hecho, su durabilidad está garantizada.
Caja de cambios automática: ¿Vale la pena?
Y ahora la pregunta del millón, la disyuntiva existencial: ¿Me compro o no me compro un auto automático?
Si manejaste toda la vida con caja manual la transición a caja automática puede ser resistida y temida, pero lo cierto es que termina siendo un camino de ida. Una vez acostumbrado a la caja automática, es probable que la manual te empiece a resultar distractiva y sin mucho sentido, salvo que pertenezcas a la tribu de conductores “pisteros” de la vieja escuela.
Para conducción urbana, te recomendamos que, si está dentro de tu presupuesto, vayas por una opción con caja automática. Es el futuro. Lo que sí, te dejamos los siguientes tips para tener en cuenta:
- Antes de decidir la compra, saber bien qué tipo de caja automática tiene el modelo elegido, si cuenta con modo manual impulsional o secuencial, si tiene levas al volante y si cuenta con modo “eco” y/o “sport”. Cualquiera de estas variables, más allá de los costos, influirá decisivamente en tu experiencia de manejo y en la gestión del combustible. No recomendamos elegir necesariamente la combinación más equipada – eso dependerá de tu presupuesto – pero sí ser plenamente consciente de las funciones que estás adquiriendo y las que estás sacrificando. Esto te ahorrá disgustos y expectativas defraudadas.
- Antes de decidir, también, realizar un test-drive para experimentar de primera mano las sensaciones de conducción con diferentes modelos, tipos y funciones de caja automática. De esta manera, sabrás qué te sienta mejor y peor y será mucho más fácil tomar una decisión.
- Si estás haciendo la transición desde un auto manual, las primeras veces que manejes tené cuidado con el pie izquierdo: si ante una detención buscás instintivamente al pedal del embrague vas a terminar clavando los frenos. Lleva su tiempo (no muy largo) adaptarse a no utilizar esta pierna al conducir.
Hola buenos días
Consulta después de leer el interesante artículo
¿Es compatible el uso de la caja automática con motores a GNC?. Me imagino que si tiene la posibilidad se tiene que optar por la configuración “Sport”
Hola Javier. Es un tema bastante técnico que quizás debas consultar específicamente con un mecánico. De todas maneras, tenemos entendido que las cajas automáticas tienen una puesta a punto muy sofisticada de acuerdo al motor que viene de fábrica: si lo pasás a GNC vas a afectar el rendimiento del motor y, por ende, la configuración de la caja. Probablemente sufras falta de empuje y aceleración según las RPM – no importa qué configuración elijas – que con caja manual podrías solventar mucho mejor.
A priori no te recomendamos hacer este cambio en un vehículo automático pero, nuevamente, te recomendamos que lo consultes con un mecánico de confianza antes de proceder.
Las cajas automáticas son más llamativas por la facilidad de su uso, muy interesante la información planteada.