La Taos sigue la filosofía de diseño Volkswagen: líneas racionales, poco llamativas que, aún
así, logran una sensación de armonía y equilibrio. En este sentido, va en la misma línea de
todos los productos de la marca alemana.
La trompa es similar a la T-Cross en cuanto a sus líneas, aunque sus mayores proporciones
y el diseño tipo “panal” de la parrilla la hacen un poco más agresiva, sobre todo en las
prominentes tomas de aire inferiores.
El perfil lateral es agradable y compacto pero, a la vez, algo genérico. Si queremos
encontrarle algún detalle, se advierte una suave curvatura del techo hacia la parte
posterior, brindando un look ligeramente aerodinámico y jovial. Nada que no se observe
en otros modelos similares.
El remate trasero tampoco ofrece grandes ornamentos y, por ende, se integra
armónicamente al resto de las líneas.
La edición "Hero" está un poco más "tuneada" con techo bitono negro y espejos
exteriores negro brillante.
Un diseño que no dejará boquiabierto a nadie, pero que sin dudas será disfrutado por
quienes gozan del típico minimalismo Volkswagen.
Ambas versiones de la Taos vienen equipadas con el mismo motor: un turbonaftero TSI de
1.4 litros de cilindrada, capaz de desarrollar 150 cv de potencia y 250 nm de torque. Ya
presente en modelos como el Golf, la Tiguan Allspace y los Polo/Virtus GTS, no es una
novedad pero brinda garantía total de empuje, durabilidad y rendimiento.
Esta mecánica se combina con una caja automática Tiptronic - de convertidor de par - y
tracción exclusivamente delantera.
Por ahora, en cuanto a lo mecánico, el menú viene muy poco variado. Más adelante se
espera una alternativa más deportiva con motor turbo 2.0, caja automática DSG de doble
embrague y tracción AWD.
La Volkswagen Taos acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos - excelente marca - y alcanza
una velocidad máxima de 194 kilómetros por hora.
El consumo de nafta en ciudad promedia los 10,7 8 litros cada 100 km. Es un valor
estándar que mejora bastante en ruta: 5,9 litros a 100 km/h y 7,5 a 130 km/h.
Son valores aceptables y hasta óptimos (en la ruta). Ahora bien: si la eficiencia en el
consumo es tu prioridad tendrás que buscarla en motores híbridos (como el de la Toyota
Corolla Cross) o diésel (como en las versiones tope de la Jeep Compass).
Si bien el motor de la Taos no es ninguna novedad, su rendimiento está fuera de toda
discusión. Es ágil, fuerte y responde con el empuje necesario en cualquier situación de
manejo. La caja automática Tiptronic funciona muy bien, aunque está seteada para
ahorrar nafta, afectando levemente su velocidad de reacción.
Las relaciones de marcha, así como otras variables de la puesta a punto, pueden
configurarse seleccionando modos de manejo preseteados: Normal, Sport, Eco y
Personalizado. El modo Sport prioriza el rendimiento a costa del consumo; el modo Eco
hace lo contrario. De cualquier forma, el sistema brinda gran flexibilidad en la experiencia
de manejo.
La sensación de marcha es confortable, aunque no de las más suaves: debido al perfil bajo
de los neumáticos, el conductor percibe bastante data del terreno por donde están
pasando las ruedas. Esto facilita un andar más sensible, menos acolchonado.
Siendo una SUV y por su buen despeje, la Taos es ideal para sortear con facilidad las
irregularidades del terreno. Su suspensión trasera independiente le brinda un importante
plus de estabilidad y flexibilidad en distintos tipos de conducción. Eso sí, hay que
manejarla con sobriedad, de acuerdo sus limitaciones: no es un vehículo para offroad
intensivo (no tiene tracción AWD) ni para conducción semi-deportiva (por la carrocería
pesada y alta).
El interior de la Volkswagen Taos se destaca por su amplitud: en este sentido sale ganando
con respecto a sus rivales Mercosur (Compass y Corolla Cross).
El diseño de los paneles interiores es armónico a la vista, aunque la calidad de los
materiales es algo mejorable. La proliferación de plásticos duros, apenas revestidos, y una
insonorización inferior a la del Golf o el Vento permiten especular que es en este aspecto
que Volkswagen ha buscado ahorrar costos para optimizar los precios.
Por otro lado, la posición de manejo es realmente muy cómoda: una de las grandes
virtudes de confort que ofrece la Taos (y una sana tradición de varios modelos
Volkswagen). Ésta se encuentra reforzada, además, por funciones de serie como doble
regulación del volante y levas para usar la transmisión en modo secuencial. La butaca del
conductor cuenta con regulaciones de altura y lumbar: éstas son manuales en la versión
Comfortline y eléctricas en la Highline/Hero.
El espacio trasero es muy generoso y cómodo para las piernas. El espacio para la cabeza
puede verse limitado en la versión Highline por los centímetros que “come” el sistema de
techo solar corredizo.
El baúl, de casi 500 litros, también es más espacioso que el de sus rivales directas.
Si bien la Taos Comfortline es la versión de entrada, así se denomina generalmente a la
gama intermedia de Volkswagen. Esto implica que el equipamiento de serie (el que está
disponible en todas las versiones) es muy completo.
Este incluye funciones como climatizador automático bi-zona, encendido automático de
limpiaparabrisas y luces, encendido y apertura sin llaves, levantavidrios eléctricos con
"one-touch" en todas las ventanillas, lector de presión de neumáticos, cámara trasera y
sensores de estacionamiento atrás y adelante.
La versión tope de gama Highline se distingue agregando techo solar panorámico, espejos
exteriores térmicos y rebatibles eléctricamente, tapizados de cuero y regulación
automática de luces, entre otras funciones.
El tablero de la Taos es totalmente digital, aunque difiere en prestaciones según la
versión.
Mientras la Comfortline cuenta con el sistema Digital Cockpit con pantalla de 8 pulgadas,
la versión Highline incorpora el nuevo sistema Active Info Display, con pantalla de 10
pulgadas. Esta tecnología permite configurar la pantalla desde el volante en diferentes
vistas, incluyendo cuadrantes “simulados” de tacómetro y velocímetro, además de
proveer una gran variedad de información. Es uno de los tableros más amigables y útiles
de su segmento, aunque en el caso de la Taos cuenta con funciones limitadas (no tiene
navegador integrado) en comparación con otros modelos Volkswagen.
La Taos viene de serie con el nuevo sistema multimedia VW Play con pantalla de 10
pulgadas, con 6 altavoces de excelente calidad de sonido y tecnología compatible de
modo inalámbrico con Android Auto y Apple Car Play a través de App Connect.
La versión Highline ofrece 8 altavoces en total, mientras que la edición Hero cuenta en
forma exclusiva con sonido de calidad premium marca Beats.
Casi todas las prestaciones de seguridad son de serie. La Taos incluye 6 airbags
(delanteros, laterales y de cortina), control electrónico de estabilidad con sistema de
frenado post-colisión, espejo interior de anti-encandilamiento automático, detector de
fatiga y varias funciones más.
La versión Highline y su edición Hero se distinguen por incorporar tecnologías ADAS o
ayudas a la conducción: control de crucero adaptativo con stop&go, frenado autónomo de
emergencia, sensor y aviso de ángulo ciego y asistente activo para salir del
estacionamiento. El paquete no incluye alerta ni asistente ante el cambio de carril
involuntario.
La nota negativa la da la rueda de auxilio temporal que limita la velocidad a 80 km/h, un
ítem controversial que suele implementarse para ahorrar costos y priorizar el espacio en
el baúl.
La tecnología de seguridad es, ni más ni menos, lo que se espera de un auto de este nivel.
El principal atractivo de las SUVs - y su principal razón de éxito - es que son vehículos
familiares, confortables y de consumo normal que, además, se adaptan fácilmente a
cualquier terreno sin necesidad de mecánicas offroad demasiado sofisticadas.
Esencialmente, la Taos viene a ofrecer más de eso mismo.
No se destaca especialmente por su diseño, su precio, ni su variedad mecánica. En
cambio, sí sobresale por el gran empuje de su motor, su comodísimo espacio interior y un
equipamiento tecnológico muy completo. El balance está a tono con el estándar del
segmento.
Su principal fortaleza en el mercado argentino es su producción local. A priori, en un
contexto algo turbulento, esto garantiza disponibilidad inmediata y una distorsión de
precios relativamente mínima. Este tipo de factores - si se quiere más coyunturales -
hacen hoy buena parte de la diferencia con respecto a su rivales directas.