Completamente Volkswagen, la trompa es muy parecida a la de otros modelos de
la casa alemana. Cuenta con faros pequeños y afilados, una parrilla grande,
faldón con entrada de aire negra y faros antiniebla en ambos extremos.
Cuenta con un perfil de llantas lógico, no pretende ser algo que no es: el rodado
es de 16’’ y perfil alto.
Desde atrás se asemeja un poco al VW Gol: el remate es redondeado y no cuenta
con líneas aerodinámicas; los trazos son más bien limpios, modernos, sobrios,
quizá un poco predecibles.
El nuevo Polo ofrece dos motores: para las versiones MSi y Highline conserva el
confiable pero antiguo motor 1.6 de 110 cv de potencia y 155 nm de torque.
La nueva versión GTS incorpora un motor turbo 1.4 que levanta hasta 150 cv y
250 nm. Ambos propulsores son nafteros.
La transmisión puede ser manual o automática con levas en el volante en el caso
de la versión MSi. A partir de la versión Highline la transmisión es exclusivamente
automática.
El motor 1.6 acelera de 0 a 100 km/h en unos magros 12.3 segundos. El
embrague tarda en entregar el torque máximo; hay que esperar hasta las 4 mil
vueltas para que el motor alcance su mejor rendimiento.
El Polo GTS con turbo mejora sustancialmente el valor: 8,4 segundos según
declara Volkswagen.
El consumo en ciudad es mejorable. El indicador es de 10.5 litros por cada 100
kilómetros recorridos. En ruta el consumo baja drásticamente a unos más
eficientes 5.7 litros por cada 100 kilómetros recorridos. Por encima de los 130
kilómetros el consumo es de 7.8 litros por cada 100 kilómetros.
El gran plus del Polo es su confort de manejo. Se siente confortable, cómodo y
seguro para manejar, en casi cualquier circunstancia.
Además, su comportamiento dinámico es excelente: cuando la carrocería y la
suspensión llegan al límite, el control de estabilidad hace lo suyo.
Los plásticos de la consola se caracterizan por sus terminaciones símil aluminio
pulido. Las líneas son un poco más angulares de lo que acostumbra Volkswagen
en sus modelos más convencionales.
El volante es regulable en altura y profundidad, al igual que la butaca del piloto.
Los asientos delanteros no solo lucen cómodos: también lo son. La posición de
manejo tiene casi puntuación perfecta.
El espacio entre las filas de asientos es bueno, suficiente para sentar adultos con
comodidad. Los asientos traseros cuentan con apoya cabezas regulables (A partir
de la Confortline) y un buen espacio de ancho.
El aire acondicionado es centralizado y manual, pero tiene salidas para los
asientos traseros.
En el segmento de los hatchbacks económicos, no hay ningún modelo que lo
supere en prestaciones de confort.
El equipamiento del Polo es muy competente ya desde la línea de entrada. Todas
cuentan con pantalla táctil de 6.5” con App Connect, volante multifunción, cierre
centralizado.
Solo la línea Highline cuenta con pantalla ampliada a 8”, cámara de retroceso,
apertura y arranque sin llave.
En la línea Highline el tablero brilla más que en las demás gracias a su display con
colores vívidos que deja muy lejos a sus competidores. La línea Trendline, que
Luce mucho más austera y no le hace justicia a este modelo.
La pantalla central multimedia tiene buen tamaño y está destacada por apliques en
negro piano. Toma especial protagonismo en el tope de gama, ya que mide
exactamente tres pulgadas extra.
Un punto alto. En las pruebas de seguridad de la Latin Ncap obtuvo 5 estrellas en
todas las pruebas de impacto posibles.
Cuenta con frenos ABS, control de deslizamiento de la tracción, control de
estabilidad, anclajes Isofix, 5 cinturones de 3 puntos y 4 airbags.
El Polo parece estar en una categoría aparte, no solo en cuanto a prestaciones
sino también en lo referente al precio.
En Argentina este vehículo se ubica en un rango de precios intermedio, justo
arriba de todos los hatchback económicos como el Etios de Toyota y justo debajo
de los del siguiente segmento como el Seat León o el Golf.
Si tenés presupuesto para invertir un poco más, pero no tanto como para comprar
los modelos más costosos el Polo te sentará muy buen. Invertirás en un vehículo
confortable, seguro y muy confiable.
La versión más racional es probablemente la Confortline Plus con caja automática:
combina buen equipamiento y diseño con mejor desempeño en la aceleración.