El diseño del Yaris es compacto y moderno; es un gran acierto estético no solamente
en comparación con el Yaris anterior, sino con el Etios.
Los contornos siguen los patrones generales del hatchback B promedio, con una
trompa relativamente corta, un habitáculo que cubre ¾ del largo y un remate trasero
redondeado.
La personalidad está en los detalles: la trompa del Yaris se reconoce por su llamativa
grilla renovada, mientras que el remate trasero se beneficia de un completo rediseño
de las ópticas, ahora más horizontales y modernas.
Es un paso muy importante que lo aleja del concepto low-cost del Etios y lo emparenta
con los aires más estilizados que caracterizan a los nuevos Corolla y Camry
El motor es un naftero de 1.5 litros y 16 válvulas, con distribución variable. Es el mismo que equipaba al Yaris tailandés, y muy similar al del Etios, solo que la potencia de 107 CV es levemente superior. Se trata de un motor poco novedoso, pero que se defiende por su comprobada y excelente confiabilidad.
La versión base XS Audio viene solo con transmisión manual de 6 velocidades, mientras que la XLS permite optar también por una caja automática CVT. La versiones XLS Pack y S solo están disponibles con CVT.
La tracción es delantera.
La aceleración de 0 a 100 km/h se logra en unos 11,8 segundos. Es un valor algo modesto, que se explica más por la caja CVT que por el motor. Las versiones manuales permiten mejorar un poco este registro.
La velocidad máxima alcanza los 187 km/h y frena de 100 a 0 km/h en 42 metros.
El principal atributo de este motor es su eficiencia, ya que el consumo promedio en ciudad es de apenas 9,2 litros cada 100 km, mientras que en ruta el valor desciende a unos excelentes 5,7 litros a 100 km/h y 7,8 litros a 130 km/h. Punto a favor para la economía y el ahorro de nafta.
No tan a favor en cuanto a la autonomía, ya que el tanque de combustible de 2 litros queda un poco chico para los estándares del mercado.
Como cualquier auto orientado al uso cotidiano, el confort de marcha del Yaris se
adapta perfectamente a la ciudad, gracias a un sistema de suspensiones correcto y una
dirección suave que prioriza la maniobrabilidad.
En ruta el comportamiento es estable. Ciertas curvas o esquives exigidos se pueden
hacer con buen nivel de respuesta y adherencia, gracias al control de tracción y
estabilidad de serie.
Es también en ruta donde algunos aspectos se ven algo limitados: a la escasa agilidad
que provee la caja automática CVT, se le suman un motor ruidoso y una dirección poco
comunicativa. En este sentido es más recomendable la opción de caja manual, que no
está disponible en la versión tope de gama XLS Pack, pero sí en la S.
De todas maneras, en líneas generales, se repite el mismo mantra que para muchos
autos similares: en ciudad va a estar todo más que bien; en ruta, a fondo, se le ven
siempre algunas carencias. Por el uso que la mayoría de los usuarios les dan a sus
autos, cumple con creces.
En el habitáculo destaca un gran diseño de panel, caracterizado por líneas algo severas
pero, sin dudas, mucho más modernas que las del Yaris tailandés. Los materiales y
encastres son de calidad estándar.
La posición del conductor se beneficia gracias a una butaca muy cómoda que puede
regularse en altura, además del desplazamiento longitudinal y la reclinación del
respaldo estándares. La limitación viene por el lado de la dirección: solo puede
regularse en altura, pero no en profundidad.
Las plazas traseras cuentan con suficiente espacio para las piernas, que además se ven
beneficiadas por un piso totalmente plano. La cabeza, en el caso de personas (no tan)
altas, puede rozar con la pronunciada curvatura hacia abajo del techo, restando algo
de confort.
Siendo un hatchback el baúl no es muy grande, limitación que puede optimizarse
rebatiendo los asientos traseros hacia adelante.
La versión base XS es bastante “pelada”: solo tiene algunas comodidades estándares
como apertura interna del tanque de combustible, controles en el volante y
computadora de a bordo.
La versión XLS Pack, en el otro extremo del espectro, ofrece más cosas sin llegar al lujo:
climatizador automático, control de crucero, cámara de estacionamiento, y
levantavidrios eléctrico “one touch” en las cuatro ventanillas.
Algunas características, como sensores de lluvia, techo solar eléctrico y apertura de
puertas / arranque inteligente sin llave son exclusivas de la versión S.
El tablero cuenta con un velocímetro analógico central de generoso tamaño y muy fácil
lectura. El tacómetro es más pequeño, también analógico.
El resto de la información está disponible en un muy completo display digital, ubicado
a la derecha del tablero.
El sistema multimedia incluye pantalla táctil de 7’’ y la conectividad contempla puertos
USB y Bluetooth. Desde 2020 el sistema es compatible con Apple Car Play y Android
Auto en toda la gama, a lo que suma aplicaciones integradas como Waze y la
posibilidad de tomar señal web 4G desde el celular.
Casi todas las características de seguridad están disponibles en la totalidad de la gama.
Estas incluyen 7 airbags de serie (frontales, laterales, de cortina y de rodilla para el
conductor), frenos ABS con EBD y BA, airbags frontales, control de estabilidad y
tracción, asistente de arranque en pendientes, faros antiniebla traseros, barras de
protección lateral y ganchos isofix.
Nuevamente, Toyota da el ejemplo ahorrando lo menos posible en el aspecto
seguridad.
La esencia del Yaris es la de hatchback moderno de gama media, orientado a quien
aspira a algo más que un low-cost como el Etios, pero que tampoco necesita nada ni
muy grande ni muy lujoso.
En este sentido ofrece un plus muy interesante en cuanto al diseño exterior y a la
eficiencia del motor, con prestaciones competentes – más no impresionantes – de
confort y equipamiento.
Otros aspectos, tales como las prestaciones dinámicas del motor – también ruidoso
pero por otra parte híper confiable – y la caja CVT, son mejorables.
Más allá de los detalles específicos, la decisión de comprar un Yaris 0 km dependerá de
un balance de factores. Pertenece a un segmento accesible, de alta demanda, perfecto
para moverse en la ciudad.
El tema pasa por su nutrida competencia. Ahí tendrás que listar dos o tres prioridades
absolutas y analizar cómo se desempeña específicamente el Yaris en relación con los
demás autos del segmento.