Tanto el largo como la distancia entre ejes son un poco menores que en la Hilux, el modelo originante.
La trompa comparte algunos rasgos, pero fue retocada para transmitir personalidad propia, especialmente con unas ópticas delanteras mucho más rasgadas, una impresionante parrilla cromada y un gran paragolpes donde se llaman la atención los faros antiniebla.
El remate posterior es menos distintivo, pero destaca de noche gracias al muy buen diseño de los faros traseros LED.
Es un diseño logrado, que mantiene un buen balance entre la fortaleza de un todoterreno y cierta belleza para que el ojo se deleite un poco.
El motor es un diésel de 2.8 litros y 177 CV, el mismo de la Hilux, con turbocompresor de geometría variable.
La caja automática es de 6 velocidades, y en la versión SRX tiene levas al volante. La SRX tiene también la opción de optar por una caja manual, también de 6 marchas, para aquellos a quienes les gusta controlar más directamente el motor.
La tracción es 4x4 con reductora, no integral.
Acelera de 0 a 100 km/h en unos 11,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 180 km/h
En ciudad promedia un consumo de combustible de 12 litros cada 100 km. Este valor se ve reducido en ruta a 6,7 litros a 100 km/h y 10 litros a 130 km/h. No es el vehículo más eficiente del mundo, pero tampoco te va a dejar seco.
La suspensión trasera es más sofisticada que en la Hilux: utiliza resortes en vez de elásticos, y esto redunda en un confort de marcha superior, que se aprecia especialmente en la conducción urbana. En calles de empedrados, o con baches, la SW4 va casi levitando.
Más allá de este matiz, la SW4 ofrece una muy buena polivalencia, con comportamientos muy competentes también en ruta y condiciones offroad.
Parte del secreto tiene que ver con un soberbio conjunto motor-caja. Es silencioso, potente y efectivo, además de transmitir una gran sensación de ser irrompible. Los modos preprogramados “Eco” y “Power” permiten ajustar las configuraciones mecánicas según se busque una conducción normal, sin estridencias, o más exigente, con mayor respuesta del acelerador.
La performance offroad es irreprochable, gracias al buen despeje de la carrocería, la implacable robustez del chasis, y la tracción 4x4 en alta y baja, con reductora, que permite sortear todo tipo de terrenos hostiles sin mayor complejidad. El único punto débil está en los neumáticos que, como en todos estos autos, priorizan la conducción en la ciudad.
La dirección, algo endeble y sin tanta firmeza, es el único componente dinámico que no está a la altura del conjunto.
El diseño del panel ostenta un look agradable y armónico. En general la calidad de los materiales del interior es también muy buena, incluyendo algunas superficies blandas y detalles simil madera.
La postura de manejo es realmente muy cómoda en todas sus variables: excelente diseño de la butaca, con regulación eléctrica (también para el acompañante, aunque solo en la versión SRX) y doble regulación del volante.
Aún mejor es el confort en las plazas traseras, con un diseño inusualmente ergonómico – que limita un poco la quinta plaza – y espacio de sobra. Las butacas se reclinan (muchísimo), se mueven longitudinalmente y se rebaten para acceder a la tercera fila.
Los últimos asientos también son reclinables: cuando no se utilizan, al no haber espacio inferior en el chasis, se pliegan hacia los laterales: una solución algo chapucera que a esta altura debería estar mejorada.
La versión SRX tiene un equipamiento general de primera línea.
Incluye: climatizador automático, sistema de ingreso inteligente, sistema de encendido sin llaves, control de velocidad crucero, cámara de estacionamiento trasera, navegador GPS integrado, TV digital, enchufe de 220 V y portón trasero con apertura y cierre eléctrico.
Un faltante importante es que ninguna versión trae techo corredizo.
El tablero cuenta con una configuración genérica de dos relojes, cuatro indicadores de aguja (velocidad, revoluciones, temperatura y nivel de combustible), además de un display central de 4,2’’ con pantalla color que permite – desde los controles del volante – ir navegando por un completo repertorio de información y cálculos de la computadora de a bordo.
El sistema multimedia consiste en una pantalla táctil de 8’’ con conectividad USB y Bluetooth. Mantiene la interfase Toyota, con reputación de lenta.
Las funciones de seguridad son muy completas para toda la gama.
Tratándose de un vehículo para 5 o 7 personas, cada pasajero cuenta con su apoyacabezas y su cinturón de tres puntos.
Además, toda la gama viene con los 7 airbags de rigor (delanteros, laterales, de cortina y de rodilla para el conductor)
No trae funciones de Safety Sense, pero sí cuenta con control de tracción y estabilidad, asistente de arranque y de descenso en pendientes y frenos ABS con todos los plus (EBD, BA y luces de frenado de emergencia)
La SW4 traslada la mecánica a prueba de balas de la mega-exitosa Hilux a un formato familiar, mucho más confortable. En esta combinación radica su principal apuesta de Toyota.
Efectivamente, su alta performance en cualquier circunstancia de manejo (ciudad, ruta, offroad) y el inmejorable confort interior se combinan para lograr un producto de excelente calidad, con la garantía del muy buen sistema post-venta de Toyota.
A esto se le suman un equipamiento muy completo y un diseño que logra conjugar imponencia con belleza.
La contra más importante que tiene hoy en día es el precio: por ser considerado un vehículo de alta gama y a pesar de ser de fabricación nacional, está sujeta al impuesto de lujo. Esto redunda en un valor al que solo algunos segmentos del mercado pueden acceder.
Si ese de pronto no fuera un problema y pudieras juntar el dinero, no te vas a arrepentir jamás de comprar una Toyota SW4 0 km.