El diseño de la Innova es súper funcional, lo cual resulta en detrimento de las bondades estéticas.
Da la impresión de una Hilux a la que le agregaron un injerto sobre la caja para alojar a ocho pasajeros, y esta falta de armonía se nota en un perfil trasero chapucero y un aspecto lateral que brinda una silueta genérica y poco inspiradora.
El perfil frontal, como suele ocurrir, sale más favorecido en parte porque la trompa ya estaba más o menos resuelta.
Como sea, no es un vehículo pensado para acaramelar la vista.
El motor es un naftero de 2.7 litros con 16 válvulas y 166 CV, el mismo que equipaba a la Hilux de 7ma generación. Tiene distribuidor variable y cadena en vez de correa.
Solo se combina con una caja automática de 6 velocidades con convertidor de par.
La tracción es solo trasera.
Este conjunto tiene la suficiente potencia para acelerar de 0 a 100 km/h en 12 segundos y circular a una velocidad máxima de 183 km/h. No es impresionante, pero tampoco necesita más.
En contrapartida, el consumo es muy elevado para un vehículo de estas proporciones, con un promedio que en ciudad puede llegar a los 16,8 litros cada 100 km. En ruta, mejora a un aceptable 9,5 litros cada 100.
Como el chasis y el motor son originalmente de Pick-Up, la Innova está fuertemente armada y parece estar preparada para dar guerra. Esto hace que al conducir, casi ni se inmute ante baches o irregularidades del terreno, condición que también está favorece por el amplio despeje delantero. Hay margen para “maltratarla” un poco.
El confort de marcha es adecuado en ciudad, gracias a suspensiones que hereda tanto de la Hilux (adelante) como de la SW4 (atrás).
La dirección liviana y su buen radio de giro son un plus importante para la conducción en ciudad.
En ruta, esa misma dirección se vuelve demasiado liviana, generando una sensación de inestabilidad a altas velocidades y – sobre todo – en curvas, a la que contribuye también el alto centro de gravedad de la carrocería. En parte, el control de estabilidad de serie permite subsanar esta limitación. La agilidad del motor, en cambio, reacciona muy bien en estas condiciones.
La Innova se promociona como un vehículo para 8 personas, con una primera fila de dos asientos, y dos filas traseras de tres plazas cada una. En rigor, la capacidad máxima real es de cinco adultos y tres niños o adultos de baja contextura física.
El espacio general es muy amplio y flexible. La segunda fila de asientos puede rebatirse hacia adelante, a la manera de un utilitario, armando pequeño “living” tipo limusina para las últimas plazas. A su vez, la tanda final de asientos puede plegarse para ganar espacio de baúl. No se esconden bajo el piso sino que se doblan y quedan colgando a cada lateral del espacio de carga. No es la solución más práctica, pero tampoco molestan tanto.
El diseño del panel de instrumentos es similar al de la SW4, sobrio y con plásticos revestidos en símil madera, un detalle estético anticuado pero frecuente en la marca Toyota.
La posición de manejo es muy buena, con buena visibilidad, doble regulación del volante y regulación de altura de la butaca.
Ambas versiones de la Innova vienen con control de crucero, modos “Eco” y “Power” de conducción, cámara de estacionamiento trasera, levantavidrios eléctrico y cierre centralizado con comando a distancia.
La versión SRV suma detalles como climatizador automático y un display de información múltiple en el tablero con control desde el volante.
Como en casi todos los autos, el tablero cuenta con dos relojes análogos de dos agujas cada uno, y un display digital central. Los valores medidos son también los comunes: velocidad, vueltas del motor, temperatura y nivel de nafta.
El diseño de los cuadrantes es original: sobrios en cuanto a las inscripciones, pero bastante vistosos, con relieves y luces llamativas.
El sistema de audio es con pantalla táctil central de 7’’, con conexión USB, bluetooth y reproductor de DVD y mp3.
A excepción de los faros antiniebla delanteros, los airbags de cortina y laterales y alguna otra función menor exclusivos de la SRX, las funciones de seguridad sirven por a igual a ambas versiones.
Esto incluye control de estabilidad, control de tracción, airbags frontales y de rodilla, frenos ABS con EBD y asistente al frenado de emergencia, asistencia al arranque en pendientes, anclajes isofix y apoyacabezas y cinturones inerciales en todas las plazas (y eso que son muchas)
La Innova es un vehículo esencialmente confortable y práctico. Adentro, caben hasta ocho personas y los asientos se pueden armar y desarmar de muchas maneras. Si tenés una familia numerosa, es casi la única solución posible – junto con autos similares de la competencia.
Otro argumento de venta tiene que ver con su muy eficaz conjunto mecánico, que incluso se puede decir que “sobra” para un auto de este tipo, pero le asegura un andar resistente, firme y durable.
Si bien los accesorios de confort no son gran cosa, las prestaciones de seguridad son más que adecuadas.
En contra, su consumo en ciudad es muy elevado y no tiene la mejor predisposición para la conducción estable en ruta. Además, la carrocería es estéticamente discutible, aunque es probable que ésta sea la última prioridad en un auto de este tipo.