La estética no es el fuerte, ni siquiera el foco de la Boxer. Es una camioneta de carga
que cumple con un diseño genérico estrictamente funcional.
La mayor identidad se advierte en la trompa, que llama la atención por la prominencia
de los paragolpes y sus ópticas elevadas, muy por encima de la línea de la parrilla.
Un rasgo distintivo de las versiones más grandes es la altura del techo, que se eleva
bastante por encima de la línea del parabrisas para ofrecer mayor capacidad de carga.
Todas las versiones cuentan con un motor turbodiésel Puma de 2.2 litros y 16 válvulas.
Desarrolla hasta 130 CV de potencia y 320 Nm de torque. Es un motor silencioso y con
bajos costos de mantenimiento.
La transmisión es manual de 6 marchas y la tracción es delantera.
Por sus dimensiones, la Boxer no se caracteriza ni se mide por aceleraciones, que
pueden extenderse hasta 22 segundos para los 0-100 km. La potencia del motor
alcanza para ofrecer buena agilidad urbana aún en situación de carga. La velocidad
máxima es de 147 km/h.
Los consumos son realmente económicos: 11,4 litros cada 100 km en ciudad y 9,9 litros
en ruta. Al contar con un tanque de combustible de 125 litros, logra impresionantes
autonomías de hasta 1500 km.
La Boxer puede conducirse sin problema tanto en ciudad como en ruta. Su mecánica es
rudimentaria, pero robusta y confiable.
En ciudad ofrece un buen confort de marcha, buena absorción por parte de las
suspensiones, dirección asistida hidráulica y un motor de suficiente agilidad.
Obviamente, por una cuestión de tamaños, la maniobrabilidad es limitada. Cuanto más
grande la versión, más se complica este rubro.
En la ruta es un vehículo estable, que además cuenta con control electrónico de
estabilidad. Por su porte, es más bien sensible a los vientos fuertes. Obviamente, no
hay que aclararlo, no es para realizar maniobras temerarias ni para tomar curvas a
altas velocidades.
La Boxer es monocabina, con capacidad para tres ocupantes. Cuenta con dos butacas;
la derecha es doble. En general el espacio interior es suficiente y generoso para la
función que debe cumplir.
La postura de manejo es la típica de furgón: elevada y sin margen para reclinar los
asientos. La butaca y el volante pueden regularse en altura y el selector de cambios
está alto, emergiendo directamente del panel. El volante cuenta con comandos de
audio y telefonía.
El diseño del panel es correcto: no es lujoso pero tampoco sobreactúa su modestia.
La capacidad de carga es su principal atributo, por supuesto. Para esto fue hecha. Cada
versión tiene su propio límite.
El furgón medio tiene una zona de carga de 3,1 m. de largo x 1,9 m. de ancho y 1,6 m.
de altura. El total en volumen es de 10 m 3
El furgón medio alto: 3,1 x 1,9 x 1,9 metros, con un volumen total de 11,5 m 3 .
El furgón largo: 3,7 x 1,9 x 1,9 metros, con un volumen total de 13 m 3 .
Es un esquema idéntico al Citroën Jumper, pero diferente al de la Fiat Ducato, que
ofrece un furgón corto, en vez del intermedio de mayor altura.
El equipamiento es básico, pero no es menos de lo que normalmente se le pide a un
utilitario.
Cuenta con aire acondicionado, levantavidrios eléctricos, cierre centralizado de
puertas y espejos exteriores calefaccionados de regulación eléctrica.
Se extraña un sensor de estacionamiento y cámara trasera; estas funciones son claves,
dado que – por sus características inherentes – la Boxer no tiene visión directa hacia
atrás.
El tablero es mixto: cuenta con dos cuadrantes de aguja para velocidad y
cuentavueltas, además de dos relojes semicirculares más pequeños para indicar
temperatura y nivel de combustible. En el centro hacia arriba, está el display digital
para la información de la computadora de a bordo. No es moderno, pero cumple con
su función sin mayor inconveniente.
La radio tiene pantalla touch de 5’’ y navegador satelital integrado. La conectividad
para audio es USB, Aux y Bluetooth.
La trilogía básica de seguridad está completa: airbags para conductor y acompañante,
frenos ABS y control de estabilidad y tracción. Muy bien.
Además, cuenta con un sistema de arranque en pendiente, faros antiniebla traseros y
delanteros, cinturones de 3 puntos y apoyacabezas en todos los asientos.
Sin la más mínima pretensión de glamour, la Boxer viene cumpliendo con su función
desde hace cuatro décadas: cargar cosas.
Es por eso y poco más que puede juzgársela. Para eso te va a servir infinitamente. Para
eso es irremplazable.
Para cargar cosas ¿Ya se había mencionado? Mercadería, materiales de construcción,
muebles, bicicletas, motos, macetas con plantas, artículos de librería. Nombrá el
objeto.
Además, esta última versión – si bien ya vieja – ofrece buen confort y terminación en la
cabina y control de estabilidad y tracción de serie, además de cuatro versiones que se
adaptan a cada necesidad de trabajo.
Un clásico entre los utilitarios.