La estética del 408 nacional no recibe modificaciones desde 2015 y se mete a la fuerza en un catálogo que viene evolucionando a pasos agigantados. Es un auto ya clásico, para no decir… viejo.
Quizás por esta sensación de familiaridad, de caducidad, es posible olvidar cuán celebrado, gustado y comprado fue este diseño en su momento. Para los estándares actuales – más cuando los sedanes no están tan de moda – se entiende si no emociona tanto.
Siguiendo la escuela inaugurada por el revolucionario 206 y seguida por los 207, 307, la carrocería se caracteriza por sus curvas suaves y sus ópticas casi laterales.
El 408, de todos modos, no es un “308 con baúl” simplemente: tiene una carrocería bastante más larga, mejorando el espacio interior y brindando una imagen más señorial y elegante propia de un sedán.
La línea ofrece hasta tres motores diferentes.
En primer lugar, un naftero “mundano”, de 1.6 litros y 115 CV de potencia. Este motor es una de las opciones para el Allure Pack, pero no está disponible en más versiones. Se combina con una caja manual de 5 velocidades.
En segundo lugar, un naftero turbo, también de 1.6 litros pero con 165 CV. Está disponible para las tres versiones; es el único motor que equipa a la versión Allure Plus, donde combina con una caja manual de sexta. En las otras dos versiones la caja es automática Tiptronic, también de sexta.
Por último, un “gasolero” HDI, también de 1.6 litros y también de 115 CV. Se encuentra solo en las versiones Allure Pack y Feline combinado con una caja manual de 6 marchas. Esta opción es toda una singularidad en su segmento, donde casi no se ofrecen motores diésel.
Las aceleraciones 0-100 km/h de cada motor van desde unos modestos 12 segundos con el naftero común, hasta unos 9,5 segundos con el turbo. El valor intermedio es para el diésel HDI, con 11,6 segundos.
Las velocidades máximas son de 191 km/h con el HDI, 193 km/h con el 1.6 y de 215 km/h limitado con el THP Turbo.
El motor con mejores consumos es, previsiblemente, el HDI. En ruta a 100 km/h consume tan solo 5 litros cada 100 km. Subiendo la velocidad a 130 km/h, el valor asciende apenas a 6,8 litros. En ciudad, el valor es de 8,2 litros.
Estos excelentes valores convierten al 408 con motor diésel en una de las mejores opciones de compra si la prioridad es ahorrar en combustible.
El 408 tiene un comportamiento muy ágil, gracias a una dirección rápida y precisa, a un sistema de suspensión de gran fortaleza y a las buenas reacciones del conjunto motor/caja.
Esto aplica a todas las variantes mecánicas, pero se aprovecha más con el motor turbo y la caja manual de 6 velocidades (es decir, en la versión Allure Plus). El 308 no tiene opciones con esta combinación particular.
Es un auto muy divertido y placentero de manejar en tramos de ruta y autopista si se lo quiere exigir un poco. La tenida en curvas, la adherencia, la estabilidad, el frenado… todo funciona cohesionado y sin fisuras.
El mencionado sistema de suspensión puede sí puede sentir un poco las asperezas de la conducción urbana, sobre todo en empedrados y cunetas.
El diseño del panel tampoco ha tenido novedades desde 2015. Es bastante convencional y discreto, sin llegar a ser espartano.
La posición de manejo dispone de las funciones promedio: butaca regulable en altura y doble regulación del volante. La pedalera queda un poco adelante. El diseño de la butaca es bastante ergonómico, aún sin lujos.
El espacio en las plazas traseras es muy bueno, una gran ventaja que tiene el 408 con respecto al 308 gracias a su carrocería más elongada. Hay espacio de sobra para las piernas y la cabeza. Si se busca este tipo de confort, el 408 resulta más adecuado.
Quizás por su condición de “sedán serio”, el equipamiento del 408 se distribuye de manera distinta al 308, con mayor generosidad en el equipamiento de base. De hecho, elimina por completo la versión Active, que sí está en la gama 308.
Entre los accesorios exclusivos de Feline se cuentan: asistencia al estacionamiento delantero y trasero (con imágenes y sonidos) y espejos retrovisores plegables eléctricamente.
La versión Allure Plus no se distingue tanto por sus accesorios sino por su conjunto motor/caja. Es muy similar a la Allure Pack, pero comparte el techo solar de la Feline y tiene algunos detalles extra en el interior (tapizados de tela y cuero, apoyabrazos delantero para conductor, etc.)
Los ítems de serie son: climatizador automático bi-zona, cámara de retroceso de alta definición, control de velocidad crucero, limitador voluntario de velocidad, levantavidrios eléctricos, espejos retrovisores eléctricos, sensor crepuscular, sensor de lluvia, espejo retrovisor interno adaptable automáticamente a la luz y computadora de a bordo multifunción.
Comparado con los modernos tableros digitales del concepto iCockpit, el tablero de este 308 es retro. Consta de cuatro cuadrantes analógicos blancos – una cantidad ya muy poco frecuente – que indican los principales parámetros y un display central digital anticuadísimo.
El sistema multimedia no contempla variantes entre las opciones de gama. Consta de una pantalla táctil ubicada en el panel central, con navegador satelital y mirror screen y conectividad de audio Bluetooth, audiostreaming, USB y AUX.
Las funciones de seguridad, como corresponde, tienden a variar muy poco entre las versiones.
Los únicos faltantes son los airbags laterales y de cortina, no disponibles en las tres versiones Allure Pack, pero sí incluidos en la Allure Plus (y obviamente en la Feline).
El resto de las funciones esenciales son de serie: frenos ABS con EBD y BA, control de estabilidad ESP, asistencia de subida en pendiente, faros antiniebla delanteros y uno trasero, ganchos isofix, cinturones de tres puntos, etc.
Por su antigüedad y su falta de actualización, no incluye las últimas tecnologías de seguridad activa de la industria.
Sí, es un auto viejo. Pero sigue vigente gracias a sus prestaciones consistentes y a una nutrida gama de opciones, sobre todo en lo referido a motorización.
Hoy, sin ser una gran estrella de la marca, sigue vendiendo más que cualquier modelo no Mercosur de Peugeot.
Su gran ventaja es su gran comportamiento dinámico rutero y, en el caso del motor diésel en las versiones Allure Pack o Feline, es uno de los vehículos más económicos y eficientes en consumo que pueden conseguirse. También cumple con el deber básicos de un sedán familiar: brindar confort para los ocupantes.
No es el auto para quienes busquen diseño de avanzada o tecnología moderna. Ni mucho menos.
Ahí estará, en ese caso, el 308 S, vendiendo mucho menos, hasta nuevo aviso.