Peugeot 308s 2020

Versiones Peugeot 308S

308S Allure Plus

Resumen

Versión intermedia con motor naftero y caja automática. Trae climatizador automático, levantavidrios eléctricos, espejos eléctricos y techo solar.

La carrocería del 308 S mantiene las principales líneas de su antecesor, pero parece haber recibido un rayo “golfizador”. El perfil, sobre todo en la parte trasera, ostenta unas líneas más abruptas, severas y voluminosas que las que solían caracterizar a los amenos diseños Peugeot. Tiene ese toque alemán racional que epitomiza uno de sus competidores directos, el Golf. La estética de la trompa está más en línea con la propuesta moderna de Peugeot: una parrilla con menos pendiente, más vertical, y unos faros delineados por una agresiva cuña que les da una forma más irregular. La parte de atrás, aunque elegante, es más bien convencional para un hatchback de cinco puertas. Se destacan los faros con detalles símil “garra de león”, característicos de la marca.
La línea ofrece un solo motor naftero que, por su configuración diferenciada, otorga potencias muy distintas en cada versión. Es el conocido THP turbo de 1.6 litros que en la versión GT alcanza 225 CV y en la Allure Plus se reduce a 165 CV. Ambos valores están por debajo de los 270 CV que desarrollaba el extinto GTi. Ambas versiones están equipadas con transmisión automática, aunque no comparten la misma caja. La versión GT viene con una Aisin de 8 velocidades, mientras que la Allure Plus cuenta con una caja Tiptronic de 6 marchas. En ambos casos, cuentan con modo secuencial y levas al volante.
El desempeño de aceleración no varía demasiado de motor a motor, aunque el de 225 CV del GT es un poco más rápido: 6,8 segundos contra 9. De todas maneras son valores elevados y satisfactorios para un auto de calle. Las velocidades máximas son de 235 y 208 km/h respectivamente. Muy por encima de las permitidas en cualquier lado, pero estos valores dan una idea de la magia de estos motores. Los consumos promedio son realmente económicos: apenas 11 litros cada 100 km/ en ciudad, 5,9 litros en ruta a 100 km/h y 7,2 litros a 130 km/h.
Las suspensiones, la dirección, los frenos, el motor y la caja automática (cualquiera de las dos) son todas buenas noticias para este conjunto mecánico que genera un andar muy divertido y ágil en cualquier circunstancia. Sea en el tránsito de la ciudad, como con vía libre en ruta, este Peugeot cumple de manera excelente su función: andar. Acelera bien, frena bien, dobla muy bien y con mucha estabilidad. Tiene incluso una función para selección el modo de manejo entre Normal, Eco (para eficientizar recursos) y Dynamic (para exigirlo un poco más). Si el terreno ayuda, el confort de marcha es irreprochable. Ahora bien, los neumáticos de perfil bajo y la puesta a punto de las suspensiones – recordemos que es de fabricación francesa – no se adaptan del todo bien a ciertas circunstancias de manejo urbano local. Es por eso que el confort de marcha no es tan excelente en ciertos empedrados o malos caminos con los que uno se cruza con frecuencia.
Adentro nos encontramos con la conocida y original configuración iCockpit de Peugeot que propone un volante más chico y un tablero más elevado. Si bien al principio puede resultar chocante, la mayoría termina acostumbrándose (algunos hasta el punto de no retorno). Más allá de la postura de manejo, tanto el diseño general como los materiales son de excelente calidad, aunque se extrañan algunos botones más en el panel, como los que tiene el Peugeot 3008. En este 308 hay que resolver demasiadas cosas navegando por la pantalla táctil como, por ejemplo, los comandos del climatizador. El asiento del conductor tiene todo lo necesario: ajuste manual de altura de la butaca y doble regulación del volante. Si se la jugaban un poco más lo hacían eléctrico y todos contentos. La butaca también incluye regulación lumbar, masajeador y calefacción, optimizando el confort. El espacio en la plaza trasera es generoso en ancho y en altura pero el margen para las piernas de quienes van sentados es algo estrecho. Es un problema de las butacas delanteras, que ocupan mucho espacio; también lo tiene el 3008. El baúl tiene una buena capacidad, sin descollar.
El 3008 viene con los mismos accesorios en ambas versiones. Estos incluyen apertura y encendido manos libres, climatizador bi-zona, espejos exteriores con mando eléctrico, espejo interior fotosensible, encendido de luces automático, regulación automática de la altura de las luces, limpiaparabrisas con sensor de lluvia, levantavidrios eléctricos con antipinzamiento y traba para niños y techo panorámico. Además, la serie cuenta con sistema de asistencia al estacionamiento, con sensores traseros + delanteros y cámara de retroceso de 180°.
El tablero cuenta con dos cuadrantes circulares y otros dos cuadrantes más pequeños ubicados de modo simétrico. Tanta simetría se buscó, que la aguja del cuentavueltas – ubicado a la derecha – gira a contrarreloj. Una solución contraintuitiva, por decir algo. En el centro hay un display digital relativamente simple. El sistema multimedia cuenta con pantalla táctil de 9,7’’, conectividad USB, Bluetooth y Audiostreaming, navegación 3D y compatibilidad para usar Android Auto o Apple Car Play.
Las prestaciones de seguridad estándar son comunes a ambas versiones. Esto contempla control de estabilidad y tracción, asistencia de subida a pendientes, frenos ABS con EBD y BA, 6 airbags, sistema isofix, cinturones de 3 puntos y detección de inatención del conductor. También tiene, entre los faros, la función “cornering” que ilumina más hacia el costado cuando estamos girando. Ahora bien, en este rubro la versión GT saca una importante diferencia al incorporar las tecnologías de conducción más avanzadas del momento. Las funciones con las que cuenta son: reconocimiento y recomendación del límite de velocidad (sí: lee los carteles de la ruta y los anuncia en el tablero), control de crucero adaptativo, cambio automático de luces (para no encandilar de noche), alerta de riesgo de colisión, frenado automático en emergencia, alerta de cambio de carril, función stop & start, sensor de punto ciego y alerta de tiempo de conducción con control automático de trayectoria. Realmente un gran argumento de venta para esta versión GT.
El 308 S es la verdadera evolución del 308. Es el auto moderno que todos los que siguen comprando el 308 Mercosur tendrían, si el mercado no los hiciera tan exclusivos. Pero así es la realidad: en nuestra situación macroeconómica un buen auto es un artículo de lujo, un placer poco prioritario para un público que está pensando en cómo llega a fin de mes. Quien tenga el dinero y valore la propuesta de valor de un auto como este, casi sin puntos flojos, pagará sin chistar. Salvando esa aclaración y excluyendo detalles pequeños (ruedo de auxilio temporal, regulación manual de la butaca, cuentavueltas contrarreloj, climatizador solo en la pantalla, espacio trasero, etc.), el 308 S es excelente en todos los aspectos medulares que hacen a un auto: diseño, sensaciones de manejo, confort, equipamiento y seguridad. Bienvenido sea.