Comparada con la Kuga de 2da generación, esta Nueva Kuga Híbrida posee una
carrocería más estilizada y liviana, más compacta, con menos perfil “de camioneta” y
más “de auto”.
Hoy la Kuga es menos rectilínea, con formas más suaves y redondeadas, de aspecto no
tan macizo, sobre todo en la parte trasera. Destaca por tener un capot más largo y
prominente y una trompa minimalista totalmente renovada. Es un vehículo más largo,
ancho y bajo que la Kuga II, lo cual le brinda otro carácter, más plantado en la ruta y
más estilizado que nunca: es algo así como una SUV con espíritu de coupé.
Es un diseño agradable a la vista, claramente más elegante que el anterior, aunque
todavía algo anónimo y no muy jugado.
Comparte algunas formas con el resto de la nueva línea Ford, manteniendo la distintiva
parrilla hexagonal. Este estilo cumple bien la función de identificar a la marca, pero le
quita algo de personalidad a los diseños individuales.
La principal novedad mecánica de la Nueva Kuga es, lógicamente, el motor híbrido: se
trata de un motor naftero de 2.5 litros y 165 CV combinado con un motor eléctrico de
130 CV. La potencia combinada del conjunto es de 203 CV totales. Cuenta con frenado
regenerativo, que ayuda a mantener cargada la batería con la energía generada
durante el frenado.
Viene con caja automática CVT con “rotary shifter” o selector de cambios rotativo. La
versión Titanium ofrece exclusivamente tracción AWD o 4x4, mientras que la versión
SE tiene tracción simple en las ruedas delanteras.
Gracias a su formidable empuje en baja (típico del motor eléctrico), la Kuga acelera de
0 a 100 km/h en apenas 8,5 segundos, lo cual es una buena proeza para un vehículo de
1500 kg. Cuidado con el acelerador, entonces: a pisarlo con calma. El motor está
expresamente limitado a 202 km/h de velocidad máxima.
El consumo de combustible era un punto flojo en la Kuga de 2da generación: gracias al
nuevo motor híbrido, esta Nueva Kuga mejora muchísimo este aspecto, con una media
de consumo de 5,2 litros cada 100 km recorridos.
El comportamiento del auto y las sensaciones de conducción constituyen en general un
aspecto a destacar. Ford ha cuidado cada uno de los detalles que hacen a una dinámica
superior: suspensiones independientes en las cuatro ruedas, dirección muy precisa con
asistencia eléctrica y frenos a disco en las cuatro ruedas.
Cuenta con un selector de modos de conducción, con características preconfiguradas
para diferentes tipos de manejo: normal, eco, deportivo, resbaladizo y nieve/arena.
Estas características permiten aprovechar el motor híbrido al máximo, con un andar
confortable y seguro que comunica los avatares del terreno hacia el volante con un
equilibrio preciso. El modo “L” permite realizar un manejo 100% eléctrico a bajas
velocidades, ideal para ahorrar nafta en la conducción urbana.
En terrenos offroad la performance se ve facilitada - solo en la versión Titanium - por la
el sistema AWD. La versión SE, al no disponer de este sistema, es un auto más
perfilado para la conducción urbana.
En condiciones extremas, tales como barro y arena, se hace un poco más complicada la
conducción, ya sea por tener neumáticos inadecuados o por la intervención – en este
caso no deseada – del control de estabilidad y tracción. Como todo crossover, no es un
vehículo para este tipo de uso.
Es un vehículo espacioso, silencioso y cómodo para 5 ocupantes adultos, incluso en las
plazas traseras, lo cual reafirma su carácter familiar. A diferencia de la vieja Kuga
Titanium, no cuenta con techo solar.
La posición de manejo es cómoda, quizás algo elevada. La butaca del conductor tiene
10 posiciones regulables eléctricamente y también se puede ajustar la altura del
asiento del acompañante, también de modo eléctrico sólo en la versión Titanium, que
además cuenta con memorias de posición. Ambas butacas delanteras están
calefaccionadas y la regulación del volante es doble: puede ajustarse en altura y
profundidad.
Los asientos posteriores se rebaten para brindar más espacio de carga en el baúl, que
ya es de por sí relativamente generoso para lo que suelen ser este tipo de autos.
La Kuga Híbrida ofrece funciones propias de una línea premium en ambas versiones,
aunque la Titanium tiene varios diferenciales a favor.
El equipamiento de serie ofrece ítems tales como apertura de puertas y arranque sin
llave, climatizador automático, computadora de a bordo, cámara de estacionamiento
trasera, control de velocidad crucero y encendido de luces automático, entre otras.
La versión Titanium ofrece, en exclusiva, techo panorámico, climatizador bi-zona,
volante calefaccionado, sensor de lluvia, apertura del portón trasero con manos libres
y encendido remoto del motor.
El tablero de instrumentos es totalmente digital: una pantalla de 12.3 pulgadas que
puede configurarse en diferentes tipos de visualización, incluyendo los indicadores
típicos (velocidad, tempratura, combustible) y otros más sofisticados. Llamativamente,
no incluye tacómetro o cuentavueltas. La versión Titanium suma un head-up display.
La pantalla multimedia táctil de 8 pulgadas funciona con el sistema Sync3 de Ford.
Incluye control de voz y compatibilidad con Apple Car Play y Google Auto. La versión
Titanium ofrece 10 parlantes Bang&Olufsen.
La apuesta por la seguridad es un fuerte de Ford en general, y la Nueva Kuga Híbrida
no es la excepción.
En esta 3ra generación, se incorpora un software de seguridad activa - llamado
CoPilot360 - que incluye asistente pre-colisión con frenado automático de emergencia
y detección de peatones, información de punto ciego, alerta de tráfico cruzado y
sistema de mantenimiento de carril.
La versión Titanium le suma sistema de centrado en carril, asistente de dirección
evasiva, control de crucero adaptativo, sistema de estacionamiento asistido y
reconocimiento de señales.
Además, ambas versiones cuentan con siete airbags, control de estabilidad y tracción,
frenos ABS con EBD y EBA, control de torque en curvas, faros antiniebla delanteros y
traseros y anclajes isofix.
Hoy, la atracción principal de la Kuga se centra en su novedosa motorización híbrida,
que combina potencia con eficiencia y la posiciona entre los SUV’s híbridos más
accesibles. El resto de la mecánica va a la par, contribuyendo a una gran experiencia de
manejo que se realza incluso en caminos de ripio o tierra.
El modernizado diseño depende del gusto de cada uno, pero en líneas generales es un
salto de calidad hacia un look más agil, moderno y elegante en comparación con la
Kuga anterior.
Por último, se suman las interesantes incorporaciones en materia de seguridad, que
siempre son muy valoradas en vehículos familiares.
En síntesis, una SUV bien equipada y muy potente que valdrá la pena o no, según se
esté dispuesto a pagar el dinero que vale.