Chevrolet onix-plus 2021

Versiones Chevrolet Onix Plus 2021

Onix Plus 2021 LTZ MT

Resumen

Versión intermedia con caja manual. Suma volante de doble regulación, sensor de estacionamiento, apoyabrazos central y tablero digital.

Onix Plus 2021 LS

Resumen

Versión base con caja manual. Incluye aire acondicionado, computadora de abordo, radio estándar, 6 airbags y control de tracción.

Onix Plus 2021 LTZ AT

Resumen

Versión intermedia con caja automática. Tiene el mismo equipamiento que la LTZ manual, sumándole control de velocidad crucero.

Onix Plus 2021 LT

Resumen

Versión intermedia con caja manual. Suma cámara trasera, apertura con aproximación, arranque sin llave y multimedia touch de 8''

Onix Plus 2021 Premier

Resumen

Versión full con caja automática. Suma estacionamiento semiautomático, alerta de punto ciego y sensores delanteros y laterales.

El Onix Plus está desarrollado sobre una plataforma totalmente nueva, lo que le brinda una carrocería más rígida y liviana a la vez. Lo más llamativo del flamante diseño está en las dimensiones: es un auto sensiblemente más largo y bajo que la anterior generación, con mayor distancia entre ejes y un perfil mucho más estilizado, menos “redondito”. Fuera de eso, los demás cambios estéticos son superficiales, con ópticas y parrilla renovadas pero sin romper los moldes con respecto a lo que viene siendo la línea Chevrolet. Sigue siendo un diseño agradable a la vista, aunque un poco genérico.
El Onix Plus incorpora un motor de 3 cilindros de 1.2 litros y 90 CV para las versiones LS y LT. Las versiones LTZ y Premier tienen un motor también de 3 cilindros, de menor cilindrada – 1.0 litros – pero con turbocompresor y, por lo tanto, más potente: 116 CV. Como todos los motores de 3 cilindros, tiene cierta tendencia a vibrar más de la cuenta, pero fuera de ese detalle es liviano, ágil y eficiente. La transmisión es manual de 5 marchas exclusivamente en las versiones LS, LT y opcionalmente en la versión LTZ. El resto de las versiones - LTZ y Premier - cuentan con una caja automátca de 6 marchas. La tracción es delantera.
El motor turbo del Onix Plus acelera de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 183 km/h. Es una importante mejora con respecto a la generación anterior. En cuanto al consumo, también es mucho más eficiente. En ciudad consume 8,9 litros cada 100 km, mientras que en ruta insume 4,9 litros cada 100/km a 100 km/h y 6,8 a 130 km/h. Impresionante. El tanque de combustible de solo 44 litros (contra los 54 de la primera generación) limita en parte la autonomía que podría lograrse con tan bajos consumos. Frena excelentemente: de 100 a 0 km/h en 38.8 metros. En todos los aspectos centrales de performance, mejora con amplia diferencia las prestaciones de la generación vieja.
El comportamiento dinámico es otro rubro en donde se verifican mejoras. El nuevo chasis, combinado con las motorizaciones ya mencionadas y la incorporación del control de estabilidad permiten un manejo súper ágil en casi cualquier condición, con la máxima sensación de seguridad y estabilidad. Cuenta con suspensiones bien equilibradas y una dirección rápida, que dotan al Onix Plus de un confort de marcha óptimo en ciudad y estable en ruta. Resuelve bien las trayectorias en curvas bruscas, y apoya con firmeza aún ante el manejo exigente. El selector de cambios es excelente, aunque la caja manual podría beneficiarse de una 6ta marcha y la caja automática no posee modo manual, a excepción de un bloqueo del pase de marcha al que lleva un tiempo tomarle la mano. En líneas generales ninguna de estas limitaciones impacta en la generosa agilidad del motor.
Por dentro, es también un auto completamente nuevo. El diseño interior luce totalmente renovado, con una pantalla multimedia elevada que sobresale del panel. La postura de manejo está muy optimizada en comparación con la anterior generación del Prisma, gracias a una butaca más baja de diseño anatómico y la doble regulación del volante en la versión Premier. La habitabilidad de las plazas traseras es generosa en cuanto al espacio para las piernas, y un poco más justa con respecto a la altura del techo. La quinta plaza no tiene espacio de sobra, pero se ve beneficiada por el piso casi plano y su correspondiente apoyacabezas. Dentro del habitáculo, sigue destacando la buena insonorización del motor y el material rodante.
Las novedades en el equipamiento de confort son varias, pero en general aplican a las versiones Premier. Lo más interesante en este sentido está en la conexión WiFi nativa que permite el acceso a Internet a través de hasta 7 dispositivos móviles simultáneos. Es un servicio de Chevrolet que se contrata y se abona aparte cada mes, según diferentes planes. Se trata de una función poco común en nuestro mercado, especialmente para un auto de este segmento y precio. Para valorar, sobre todo por quienes desean ahorrar en sus planes de datos celulares. Otra función sobresaliente exclusiva de la versión Premier es el sistema de estacionamiento semiautomático, a los que se suman sensores de estacionamiento traseros, delanteros y laterales. El control de crucero, al estar asociado solamente con la caja automática, está disponible solo en las versiones LTZ automática y Premier. En líneas generales, el resto de la gama ofrece prestaciones de confort más o menos estándar, tales como cámara de visión trasera, llave con sensor de aproximación (para apertura sin llave) y computadora de abordo, esta última disponible incluso en la versión base.
El tablero de instrumentos ya no trae el famoso lector mixto (tacómetro analógico + velocímetro digital). Este fue reemplazado por un tablero más convencional, con dos cuadrantes – quizás algo pequeños – y una pantalla digital central monocromática. A partir de la versión LT, el sistema multimedia incorpora MyLink 3, con su pantalla táctil de 8’’, compatibilidad con Android Auto y Google Car Play y conectividad Bluetooth y USB. El sistema incluye controles de audio y teléfono en el volante para toda la gama.
En este aspecto GM claramente subió la apuesta. Lo que era un punto flojo del viejo Onix / Prisma, se convierte casi en un nuevo estándar a imitar en el segmento. Por lo pronto, el Onix Plus suma por fin control de estabilidad para toda la gama, una función esencial que no se encontraba disponible ni siquiera en la versión superior del viejo Prisma. A esto se le suman funciones de serie más que interesantes, como indicador de presión de los neumáticos y cinturones inerciales en las 5 plazas. Por otra parte, viene con 6 airbags de serie (frontales, laterales y de cortina), contra dos de la generación anterior. La versión Premier llega a incluir un sistema de seguridad activa: un detector de punto ciego en los espejos retrovisores. Como si esto fuera poco, la nueva carrocería tiene una resistencia mucho mayor a los impactos, según lo certifican los crash tests de Latin NCap. El Nuevo Onix obtuvo las más alta calificación, superando la mediocre marca de su antecesor. La rueda de auxilio, lamentablemente, sigue siendo solo temporal.
La nueva línea Onix eleva drásticamente el piso de la gama media de GM, manteniendo la competitividad relativa del precio. El resultado es una oferta sumamente tentadora que apunta a redefinir el paradigma de lo esperable en un auto “popular”. Si hasta 2019 el Prisma era un auto exitoso y masivo pero cuya accesibilidad se valía de carencias importantes – algunas casi imperdonables – hoy se trata de un auto que respeta a su público y no especula con las características mínimas que cualquier auto debe tener en las puertas de la tercera década del siglo XXI. Los resultados en términos de ventas todavía están por verse, pero el espíritu de esta brillante actualización ya es un triunfo en sí misma para la filosofía de la marca y para el mercado en general. ¡Bien por Chevrolet!