El diseño de la Montana está basado en el Agile. Solamente viene con cabina simple y se caracteriza, como aquel desaparecido modelo Chevrolet, por sus formas redondeadas y suaves, no tan características para una Pick Up.
No tiene un atractivo particular; en todo caso llamará gratamente la atención de quienes busquen una Pick-Up con una carrocería amable con una onda a “auto”.
El motor es el viejo y “querido” 1.8 8v. 105 CV, el más básico de la línea GM. Un motor fiable, pero poco moderno y con prestaciones magras de potencia y consumo.
No hay opciones con caja automática. Los cambios son manuales de 5 marchas y la tracción es delantera.
El motor de la Montana es elástico, lo que la hace ideal para entornos urbanos, y si bien en ruta no descolla, al menos ofrece una decente recuperación de revoluciones. La velocidad máxima es de solo 165 Km/H y la aceleración de 0-100 km/h es de 12,4 segundos. Son cifras mediocres pero correctas para un utilitario sin ninguna vocación deportiva.
El consumo en ciudad promedia los 11,5 litros cada 100 km y frena de 100 a 0 en 45 metros.
Las suspensiones son bastante mullidas, lo cual permite filtrar las irregularidades del terreno y no sentirlas demasiado en el habitáculo. El diseño tiene un despeje generoso que evita la mayor parte de los golpes en cunetas y lomos de burro, lo que se espera de una buena pick-up
Las limitaciones del motor impiden exigirla demasiado, pero si se lo hace, la respuesta de la dirección y el agarre de los neumáticos es adecuado.
La posición de manejo es elevada, siguiendo la tendencia de muchas otras Pick Ups. La Montero viene solo con cabina simple, no tiene casi lugar en la parte trasera, que apenas alcanza para un mínimo de carga.
La caja tiene una capacidad de carga de 680 kg y 1100 litros.
Algunos defectos del confort interior son el mejorable aislamiento acústico y la calidad dispar de los materiales de terminación.
Por ser un modelo relativamente viejo que nunca atravesó renovaciones, el diseño del panel tiene un look un poco más “oldie” que otras Chevrolet.
Sin ser el fuerte del modelo, los accesorios de la versión superior incluyen algunos ítems interesantes, como levanta vidrios y espejos eléctricos y computadora de a bordo de 6 funciones. No mucho más, realmente.
El tablero cuenta con tres agujas (velocímetro, cuentavueltas y nivel de combustible) y el display central digital para la computadora de abordo.
Tiene un equipo de audio estándar para CD con MP3, USB Aux In y Bluetooth. Es el único modelo de Chevrolet al que no le llegó nunca el sistema MyLink.
En línea con los accesorios de confort, el equipamiento de seguridad no es muy sofisticado: tiene frenos con ABS y EBD y doble airbag. Hasta ahí nomás le podemos pedir.
Siendo un modelo viejo y económico, poco sofisticado y “pelado” de accesorios, la Montana tiene lógica como un utilitario funcional y económico para realizar trabajos de carga, que además cuenta con el plus de tener un diseño amigable más en línea con lo que es un auto chico.
Es ideal si necesitás un vehículo que cumpla estrictamente con su función y no te haga desembolsar de más. Si estás pensando en una Pick-Up de mayor rendimiento y confort, hay que ir más hacia el lado de la Fiat Toro o Renault Duster Oroch y – ya mucho más arriba – la Chevrolet S10 y rivales como, por ejemplo, la Toyota Hilux.